
Un violinista toca frente a su público, cierra los ojos e imagina que se escapa con su instrumento. A su alrededor árboles, monumentos y animales se derriten poco a poco, todos víctimas del calentamiento global. Mientras todo eso ocurre, él nunca para de tocar.
Finalmente despierta y aliviado, se da cuenta de que ese futuro alternativo era solo parte de su imaginación. Su público, fascinado, lo ovaciona con un fuerte aplauso.
Este es el argumento que Francina Ramos, cordobesa de 16 años, imaginó y plasmó en 1.500 dibujos que dan vida al corto animado “El Violinista”, ganador del concurso Action4Climate (Acción por el clima) que invitó a jóvenes directores de todo el mundo a enviar sus historias sobre el cambio climático.
“La historia surgió de un sueño que tuve”, dice Francina quien cuenta que estuvo dos semanas dibujando antes y después de clases para poder terminar su película. El tema de cambio climático no le es ajeno: “En mi escuela tengo clases de ecología y me interesan mucho”, dice.
El corto de Francina y su colega, el compositor y músico Benjamín Braceras – también de 16 años – obtuvo el primer galardón en la categoría de 14 a 17 años. La historia fue una de las más de 230 entradas procedentes de 70 países, que muestra cómo será el mundo bajo los efectos del cambio climático, así también como las soluciones y acciones para hacer frente a uno de los mayores desafíos de nuestra generación.
Ambos jóvenes tienen sus vocaciones muy definidas. Francina tiene cuatro guiones escritos y le gustaría producir una serie animada y otra con actores. Benjamín, por su parte, tiene alrededor de 30 canciones compuestas y toca el violín, la guitarra y el piano. “Paso todo el día tocando, desde los seis años voy a la escuela de música”, cuenta.
De Córdoba a la gran manzana
El reconocimiento vino por parte de un jurado liderado por Bernardo Bertolucci, Fernando Meirelles, Walter Salles y otros grandes nombres de la industria cinematográfica además de expertos en cambio climático como Rachel Kyte, vicepresidenta del Banco Mundial.
El corto además fue proyectado en una de las conocidas pantallas en Times Square en Nueva York, por donde pasan unas 300.000 personas a diario.
Recientemente Francina y Benjamín viajaron a Buenos Aires para asistir al festival Ventana Sur (uno de los mercados de cine latinoamericano más importantes de la región) donde el director argentino Pablo Trapero -también miembro del jurado del concurso- elogió el corto que fue proyectado ante cientos de profesionales de la industria. “Trapero nos dijo que le gustó mucho la animación, que la vio con su hijo de 12 años”, cuenta Francina con orgullo.